La historia del amor
Nicole Krauss
Ediciones Salamandra
Traducción de Ana María de la Fuente
288 Páginas
19 €
“Leo Gursky ha muerto. Deja un apartamento lleno de mierda”
Escribir esta crítica es una deuda. Una de las tantas que uno tiene. Pero esta vez era una deuda con la escritora, no con los lectores.
Nicole: perdóname.
Sé que te tenía que haber escrito hace tiempo. Lo siento. Sé que me escribiste este libro y no supe encontrarlo hasta el verano de 2006. Si lo dejé estancado lejos de los estantes de mi casa no fue por dejadez. Sabes que tengo un montón de ellos en lista de espera. Y poco a poco, en esos ratos de calma que tengo en lo que yo llamo trabajo, me los voy quitando de encima. Pero TU libro siempre estaba arriba. Arriba en una pila de ellos. En casa. Una pila que esperaba al lado de mi sillón de color verde manzana. Al lado del ventanal. Por el que entra en la mañana la luz del sol. Iba devorando poco a poco todos los demás. Sobre todo en ese verano de 2006 en que tome la decisión de pasar más tiempo junto a los libros. Esos seres que viven en tu casa y poco a poco te echan de ella. Sin querer. TU libro, lentamente, muy lentamente, bajaba. Casi tocaba el suelo. Y seguía allí. En la cima de esa pila de libros sin leer aún. Pero bajaba de altura inexorablemente.
Y te digo. En ese verano de 2006 empecé a tener en cuenta la posibilidad de emplear todo mi tiempo en la lectura. Dejar el quiosco y los coleccionables. ¿Que si pudiera mantener el negocio sin números rojos? No me lo planteaba. Uno se plantea su jubilación, no su vida. Mi vida, a partir de ese verano sería la lectura. Y punto. Y en esas estaba cuando ese montón de libros dejó de ser montón y me encontré con el único libro que me quedaba. Que era el tuyo: “La Historia del Amor”. Una historia de amor… Puff. Bueno. Al día siguiente me incorporaba al trabajo. Y era el único que quedaba. Un día. Un libro. Me hice un café y salí a la terraza con TU libro en una mano y la taza de café en la otra.
Por suerte o por desgracia. Los ángeles no se casan. En primer lugar, están muy atareados y, en segundo lugar, no se enamoran. (Si uno no sabe lo que se siente cuando alguien a quien se ama le pone la mano debajo de la última costilla por primera vez, ¿qué posibilidades tiene el amor?)
El sol iba y venía. Yo me refugiaba bajo una sombrilla. Desayuné, comí, tomé otro café. Las hojas del libro pasaban. Oscureció. Y poco a poco. Muy despacio. La tristeza me invadía. No quería. Pero. Llegué a la última página. Cerré el libro. Y me quedé en blanco. Era TU libro. Y ya, en ese mismo momento. Ya no era TU libro. Era MI libro.
Ha pasado el tiempo. Más de dos años. Es Navidad. Casi. Deseaba que llegara mitad de mes para enfrentarme a mi última novela del año. Una relectura. Tendría que ser algo especial. Y sabía desde hace tiempo cuál iba a ser. Sin dudarlo.
Nicole Krauss ha escrito una novela eterna. Quizás sea la trama mejor estructurada que he leído en mi vida. Pero. Hay algo más importante. Lo importante es lo que sentimos al meternos en ella. Las personas que giran alrededor del libro origen de la novela: Alma, cuyo nombre es puesto a una niña cuya madre se enamora del libro al recibirlo. Pero esa Alma del libro La Historia del Amor era una persona de carne y hueso. Y sentimientos. Como sentimientos tenía su autor, Leo. Un chico que fue, hoja a hoja, desgranando y posando en esa obra una historia de los sentimientos, sus sentimientos hacia ella y la forma de expresarlos. Y ese chico es ahora Leo Gursky, un viejo que nos cala hasta lo más hondo, que trata de ser visto en cualquier momento, de que sepan que existe, que no está muerto. Porque, ¿quién será el último que le vea con vida? ¿El repartidos del chino dos manzanas más abajo? Incluso Litvinoff, el amigo que le traicionó, tiene sentimientos. Y ese era un buen amigo que ahora cambia los nombres de los personajes del libro por deslumbrar a su nuevo amor. En el relato hay también un librero que descubre un libro, lo lee, y, sin embargo, lo pone a la venta. Un libro que deja en un escaparate en Buenos Aires esperando que llegue el que pudiera ser su dueño. Y llega. Es difícil explicar la amalgama de vicisitudes y pasiones que surgen a lo largo de la obra. Y es esa misma mezcla de emociones la que embarga al lector y le sumerge en ese torbellino de pasiones, de ausencias y de coincidencias.
No es una novela fácil. Requiere una especial concentración. Requiere esa atención total que ponemos cuando alguien, nuestro más querido ser, se nos declara. Es una obra narrada a varias voces y con diferentes prosas. Una obra bella, bellísima. Un puzle con piezas que se mueven en diferentes planos de tiempo y de espacio. Una obra imposible de estructurar y que brota de las manos de Nicole Krauss con absoluta delicadeza y sinceridad. Una obra que es un prodigio de la literatura. Y con unos personajes que se nos cuelan hasta lo más profundo de nuestra alma. La lectura de esta obra es algo que nos va a acompañar en toda nuestra existencia. De pocos libros se puede decir tal cosa.
Nicole: Pide. Te debo una.
La muerte de Leopold Gursky
Leopold Gursky empezó a morir el 18 de agosto de 1920.
Murió cuando aprendía a andar.
Murió cuando salía a la pizarra.
Y, una vez, también cuando llevaba una bandeja muy pesada.
Murió cuando ensayaba una firma nueva.
Cuando abría una ventana.
Cuando se lavaba los genitales en el baño. Murió solo porque lo violentaba llamar por teléfono.
O murió pensando en Alma.
O cuando decidió no pensar.En realidad no hay mucho que decir.
Fue un gran escritor.
Se enamoró.
El amor fue su vida.
[…] a que le deis una oportunidad. Si queréis leer algo más sobre La historia del amor, os recomiendo la crítica de mi librero favorito, Javier, que va perfectamente acorde al […]
Primer libro leído de tus cinco recomendados y debo decir que me ha gustado mucho. Me encanta como está escrito y el personaje de Leo es uno de los más entrañables que me he encontrado literariamente hablando. ¿Se puede perder algo más en una sola vida? Lo dudo. Si que he necesitado momentos de tranquilidad para concentrarme bien en su lectura debido a ese desorden en que se cuenta la historia pero ha merecido la pena. Con el primero has acertado.
Un saludo desde Cangas.
Javier, yo también soy de los que apilo libros y lecturas hasta que llega el momento. El de esta novela me ha llegado en estos días, después de ir de un lado para otro con ella, mudanzas incluidas. Pero, por fin, entre las horas ganadas a las noches del mes de julio y los ratitos encontrados en la playa, he sido capaz de meterme en su trama poliédrica, en este puzzle que teje con maestría Nicole Krauss y que no desenreda hasta la última página. En algún lugar leí que alguien hacía a esta autora heredera de Auster: disiento. Su mundo y su ritmo son otros. Aunque ambos nos enganchen, en la mayoría de los casos, con sus historias. Me ha encantado, sin duda.
Me ha gustado (bastante), pero (bastante) menos de lo que esperaba, con tantas y tales alabanzas. Es lo malo de las expectativas, que uno mismo, al alimentarlas de lo que oye o lee, suele caer en el exceso y las ceba demasiado… Coincido en que los personajes son una delicia, pero el libro me ha parecido difícil (“no está hecha la miel para la boca del asno”), lo releeré en el futuro para terminar de desentrañar (o reinterpretar) la trama, (el vínculo del padre de Alma con el libro en Buenos Aires supongo es meramente casual, -o no me he enterado de la misa la media…- el encargo de la traducción al inglés, con qué fin se hace(qué reencuentro pudo quebrar la parca…))
La mezcla de humor y tristeza lo impregna todo y la revelación final acerca del amigo (qué bueno el sistema de comunicación por radiador) me ha impactado bastante…
Leo es un verdadero hallazgo, precisamente él, que todo lo perdió…
Pues sí, Gemma. Es lo malo de hablar bastante y bien de una obra. El lector se crea demasiadas expectativas y acaba desilusionado. Ponla en la estantería y cógela dentro de dos años. Cuando tengas tiempo de leerla de seguido. Yo la he leído ya tres veces y cada vez me parece mejor. Un saludo.
Javier
[…] a que le deis una oportunidad. Si queréis leer algo más sobre La historia del amor, os recomiendo la crítica de mi librero favorito, Javier, que va perfectamente acorde al […]
El principal protagonista, Leo, es una grandiosa creación literaria. Esta muy por encima de los otros personajes. Leo es unico y, al menos a mí, me ha calado profundamente y uno esta deseando que vuelva a aparecer en escena: “Y sin embargo”. LA HISTORIA DEL AMOR es una obra complicada (hay que tener cuidado para no perderse en las tramas), diferente y creciente en intensidad. Tanto que, una vez terminado, uno se siente un poco huérfano siin este libro del Alma humana.
Gracias Gonzalo por tus palabras. Estoy absolutamente de acuerdo contigo. Y ese esfuerzo que nos requiere para introducirnos en la obra nos viene recompensado con creces con la espléndida narrativa y con su increíble historia.
Emulando a Javier y con su permiso,FRASES QUE ENCONTRE… en este libro: ” Hay muchas maneras de vivir y una sola manera de morir”.
Ahora si, ¿no os quedáis con las ganas de leer todos los capítulos de “La Historia del Amor”,el libro por el que pusieron su nombre a Alma Singer”
Javier me ha gustado tu crítica, cargada de emoción y sinceridad. Inteligente como el libro. La primera lectura de la novela me impactó, me dejó sobrecogido con un final tan bello y emotivo. Inmediatamente lo volví a leer y fue muy fácil, conocía las claves y podía disfrutar plenamente del contenido, de los personajes, de la historia. Una novela valiente que respeta la inteligencia y el trabajo del lector.
Yo la tengo a medias y la verdad, me resulta un poco pesada y falta de interés. Es verdad que es difícil de leer, pero porque está muy mal redactada y a veces no sabes ni de quien se está hablando. O tal vez esté mal traducida… quizá sea cierto que al leerla por tercera vez te enteres de algo.
Y que conste que soy una buena lectora, estoy hecha a todo tipo de libros y suelo acabarlos todos.
Pues fíjate que creo que has tenido un mal día con esta obra. Es quizás la más valorada de todas las obras que he vendido de literatura contemporánea en mi librería. La verdad es que es una obra para invertir tiempo en ella, concentrándote bien y no perdiendo detalle. La traducción es muy buena, pues conozco el original, pero la diversidad de protagonistas y estilos narrativos no la hace propicia para todos los públicos.
Dale en unos meses una nueva oportunidad.
Buenas tardes Javier,
Me he emocionado leyendo tu reseña porque me pasó un poco lo mismo. El libro me lo había regalado un escritor, Alonso Cueto, en una librería y diciéndome “tienes que leerlo”. Eso fue en el 2014, diciembre, y desde entonces el libro se mantenía en la pila de libros por leer en la cabecera de mi cama…la semana pasada, salía corriendo al aeropuerto y decidí cogerlo. Comencé a leerlo en el avión y terminé de leerlo en dos dias. Es uno de los libros más hermosos que he leído en mi vida.
Gracias.
Buenas tardes, Javier.
Acabo de terminar la lectura del libro La Historia del amor, que me ha prestado una querida amiga. Me he quedado con el corazón sobrecogido por la emoción. Es verdad que me ha costado al principio un poco seguir el hilo, pero porque la lectura que he hecho ha sido desgraciadamente, un poco desordenada–vacaciones de Navidad, ya se sabe…–. Pero necesito volver a leerlo. No he querido subrayar, puesto que el libro no es mío. Lo voy a comprar. Me parece de una sensibilidad exquisita. Me encantan las diferentes voces, cómo se entrecruzan. Los diferentes discursos internos. La complejidad, que me admira, soy una aprendiz de escritora; bueno, no le llamaría ni eso, pero me cautiva. Gracias por tu crítica, me ha servido para sentirme acompañada en mi emoción. Sé que lo escribiste hace varios años, no sé si aún estás por ahí, en el limbo de internet. “·Y sin embargo”. Te mando un saludo cariñoso y agradecido.
Silvia
Muchas gracias por tus palabras.
Sí, sigo aquí, agazapado detrás de la red. Y sigo enamorado de este libro. Puede que ahora escribiera otras palabras, es posible, pero el sentimiento persiste. Al igual que el libro en la estantería de recomendaciones de mi librería. Un cordial saludo.