Grandes éxitos de la cocina para impostores
Recetas de cocina con latas, botes y congelados para cocinar como un auténtico chef
Falsarius Chef (Plaza & Janés)
450 Páginas – 18,90€
Pocos libros veo que sean de más ayuda para el que se inicia en el arte de la cocina como el libro de Falsarius Chef. Y tanto más cuando el resultado es tan impresionante aún sin saber ni lo más rudimentario de las artes culinarias. Porque, si ha habido falsificadores en la pintura y otras bellas artes, ¿por qué no los va a haber en el campo de la cocina? Y eso es precisamente lo que nos desvela este imprescindible libro de cabecera: cómo hacer unos fantásticos platos en muy pocos minutos sin utilizar sino botes y congelados y alguna que otra cosa que se puede encontrar en la tienda de la esquina. Y, lo que es más importante, dándoles un acabado deslumbrante como lo hacen los afamados chefs de los restaurantes de muchas estrellas o tenedores. Además de las consabidas recetas que incluye el libro, esta obra viene “condimentada” con unos desternillantes comentarios referidos a cada una de los platos que contiene y con una excelente foto de cada uno de ellos, obra del mismo autor -tal como nos jura en la introducción- y hecha en el mismo momento de acabarlos.
¿Qué demonios es esto de la cocina impostora? Es la forma de guisar que cambiará tu vida. Una cocina que se hace con latas, botes, congelados y las tres cosillas que puedes encontrar en el súper de la esquina, y que está al alcance de cualquiera, por torpe que sea en los fogones. Una cocina tan fácil que lo único que se necesita para practicarla es hambre.?En este libro molón y pinturero se pueden encontrar las recetas impostoras más exitosas: una astuta selección de gozosos arroces que siempre salen bien, rotundos guisotes de abuela que se hacen en diez minutos, recetas de pescado que no puede ser más fresco porque está recién salido de la lata, asados de carne que sorprenden de lo aparentes que quedan y deliciosos postres de esos tan calóricos y tentadores que te arruinan la operación bikini con sólo mirar las fotos. Un disfrute al alcance de cualquiera que te permitirá chulearte con los amigos, dar en las narices a esa cuñada pelmaza que siempre se reía de tu torpeza culinaria y regodearte en tus éxitos gastronómicos, henchido de orgullo y autosuficiencia, al descubrir que por fin eres capaz de comer rico y bien sin los tuppers de mamá.
Falsarius chef
¿Qué se puede esperar de un tipo que va por la vida camuflado tras unas gafas de plástico y una nariz postiza porque asegura que le persiguen las mafias internacionales de chefs por desvelar sus secretos de cocina? Desde luego no mucha información personal. Aunque algo sabemos de él. Por ejemplo, que Falsarius Chef publica desde el 2007 un blog de cocina (falsariuschef.com) muy popular en internet, que recibe miles de visitas diarias. Que hemos leído sus recetas en verano en El País, que le vimos en la tele con una sección de cocina impostora en el programa Estas no son las noticias de Cuatro, y que va por su cuarta temporada colaborando en la radio todos los sábados en A vivir que son dos días de la SER. Por si fuera poco, ha tenido tiempo de publicar varios libros de cocina e incluso una disparatada novela llena de cocineros famosos, rubias despampanantes y latas asesinas. ¿Qué aún no le conoces? No importa. Aún estás a tiempo de que este sorprendente cocinero y sus sencillas y rápidas recetas, contadas con su pintoresco buen humor, revolucionen para siempre tu cocina.
Y ahora, una receta por cortesía del autor:
Tarta de manzana real
El otro día me llegó un email de un príncipe de España, que por discreción no vamos a decir quién es, pero al que llamaremos “F”, pidiéndome ayuda para un problemilla gastronómico. Yo de jovencillo era un poco de los de guillotina y esas cosas, pero ya de más mayor vi Cenicienta y, entre el zapatito y la calabaza, la cosa monárquica me pareció menos mal, así que decidí echarle una mano. Problemas tenía dos, en realidad. El primero era que el pobre tenía una boda de un príncipe inglés (no diremos cuál) y sabiendo lo mal que se come en Inglaterra, y siendo un hombre prevenido, quería llevarse una tartera con algo rico. Ese ya está solucionado y si queréis otro día os lo cuento. El otro era para el domingo pasado. Lo típico. Quería hacer una tarta sorpresa con sus hijas para sorprender a su esposa en el día de la madre, a ver si con la cosa de que la habían hecho las niñas, comía algo la pobre, que estaba medio canija y desnutrida. Y pensando en algo fácil y nutritivo se me ocurrió la receta de hoy que he bautizado como “Tarta de manzana real” (“real”, porque lleva manzana de verdad, no porque me haya vuelto un pelota). Es tan fácil que yo creo que “F”, si le ayudan las niñas en las partes difíciles, va a poder con ella sin ningún problema. Aunque sea príncipe.
Ingredientes: 4 sobaos de los pequeños, 1 bote de puré de manzana (el mía era Hero y lo encontré en Carrefour), caramelo líquido, 1 manzana, azúcar, aceite de oliva virgen extra.
Preparación: mezclamos medio bote de compota de manzana y un chorreón generoso de caramelo líquido. En un bol, desmigamos los cuatros sobadillos y les echamos el líquido que tenemos preparado por encima. Removemos bien hasta hacer un especie de pasta consistente. En un plato, ponemos un aro de emplatar (si no tenemos aro, en un recipiente de cristal, vale), lo rellenamos con nuestra mezcla y le ponemos un poco más de caramelo líquido por encima. En una sartén ponemos un poquito de aceite y salteamos media manzana cortada en daditos pequeños. Cuando veamos que coge color, le añadimos una cucharada de azúcar y removemos hasta que se caramelice. Ponemos la manzana caramelizada sobre el postre que teníamos preparado, y a la nevera. Cuando este frío, desmoldamos y servimos adornado con unos hilillos de caramelo líquido. Un postre fresco y nada empalagoso. No como algunas bodas.
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Todas las recetas de Falsarius Chef, el cocinero más perseguido por los puristas de la cocina. Un delincuente para ellos, un héroe para los que no tenemos tiempo para cocinar y estamos cansados del sándwich de pavo.
