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Mis críticas: Una madre

Publicado por Javier El 15/04/2014 a las 6:45 7 Comentarios

Una madre
Alejandro Palomas
Editorial Siruela
244 Páginas – 17,50 €

“Algunas luces y muchas sombras. Esa es una expresión muy nuestra, muy de los de sangre. La acuñó la abuela Ester al final, cuando las cataratas hicieron lo suyo, y lo hicieron bien, y ella se negó en redondo a operarse. La frase nos hizo gracia y poco a poco fuimos adoptándola y adaptándola a situaciones diversas, como cuando mamá nos preguntaba cómo estábamos y no nos apetecía dar demasiados detalles o cuando tocaba describir a alguien que había entrado en la vida de alguno de los tres y la cosa no estaba clara del todo. Luego, con el tiempo, ha terminado sirviendo un poco para todo: la fruta que no acaba de convencer en el súper, un restaurante que no está mal, pero que tampoco mata… esas cosas.” (p. 24)

Es realmente difícil analizar fríamente una novela cuando la trama se te mete en la sangre y los sentimientos se vuelven desquiciados, convulsos, compartiendo a los personajes como si fueran tuyos, como si hubieses hecho junto a ellos un viaje inolvidable en una increíble montaña rusa. Porque ese es precisamente mi estado, y el estado que le queda al lector al acabar la nueva novela de Alejandro Palomas de título Una madre.

Alejandro Palomas es un escritor muy personal con un buen puñado de obras en su haber y unos cuantos premios importantes. Pero con su nueva novela, Una madre, ha conseguido un hito difícil de alcanzar por un escritor. A poco de leer las primeras páginas de su nuevo libro ya se siente que el autor estaba especialmente inspirado. Iluminado sería la palabra correcta. Una madre reúne, en una nochevieja reciente, a sus tres hijos y a su hermano. El narrador de la historia, uno de sus hijos llamado Fer, recién abandonado por su novio, nos comenta las aventuras de sus dos hermanas, Silvia y Emma, que atraviesan asimismo claros problemas, la primera con la separación de su pareja, el nórdico Peter, y la otra con una pronta maternidad con su amiga lesbiana. A ellos hay que añadir Eduardo, el hermano díscolo de la madre, del que se sabe poco y lleva una vida más que desordenada, y la propia madre, eje de la obra, una mujer divertida, irreverente y con unas salidas que desquician a cualquiera. Pero con una sensatez en los asuntos serios ante la que hay que descubrirse.

Una madre es una obra que brilla por su ternura, comicidad y ganas de apreciar los valores de la vida. Y es que sus personajes son débiles, traqueteados por los vientos de un destino inesperado que los vapulea sin menoscabo. Fer, el desdichado Fer, nos comenta las historias de cada uno y nos hace ver que todos ellos, al igual que nosotros, los lectores que estamos al otro lado del espejo, poseemos dos caras, la cara A y la cara B, como los antiguos singles de los tocadiscos de los años 60, y que son antítesis una de la otra.

“—Duele.—Eso fue lo que dijo: “Duele”.
Mamá la estrechó aún más desde atrás entre sus brazos y siguió acunándola despacio.
—Sí, Emma, claro que duele —la oí decir—. Empezar a vivir de mayor duele, Pero más duele no volver a hacerlo. —Esperó un instante antes de volver a hablar—. Sé muy bien de lo que hablo, hija. Créeme.
(…)
—Pero yo estoy aquí —continuó mamá—, y seguiremos balanceándonos juntas el tiempo que haga falta. Y si tengo que hundirme para que flotes, me hundiré. Y si tengo que arrancarte del agua para que me vivas, te arrancaré, duela lo que duela. Porque no tengo nada mejor que hacer en la vida, hija. -Y luego, levantando la mirada hacia mí, y clavándome con ella a la silla, añadió—: No hay nada mejor que hacer en la vida. Para una madre, no.”
(p. 197)

Me gustan las obras en las que el lector se siente absolutamente involucrado en el texto. Me gustan sobre todo aquellas que, a pesar de esa inmersión, se es consciente de la escritura del texto, excelente en el caso de Alejandro Palomas. Y me gusta cabalgar a hombros de los sentimientos de los personajes que soportan la obra, reír a carcajadas junto a ellos -sobre todo con las increíbles salidas de la madre, única y sabia, como casi todas las madres-, para acto seguido, al pasar página, soltar una lágrima de nostalgia y dolor ante los acontecimientos que se van descubriendo en esta trama de vidas cruzadas. Y poco más he de desvelar de esta novela. Los que seguís mi página sabéis que me vuelco desaforadamente cuando una obra toca como por milagro la vena sensible del lector; y este es el caso. Y para ellos va este último apunte: la novela tiene mucho de Una ola con sabor a pez, de Nuria Riera, en esa montaña rusa de sentimientos y pasión, y bastante de una de mis novelas atemporales, El palomo cojo, con su sabia elección de personajes entrañables que se nos meten hasta lo más profundo. Y no es en vano este último apunte, Fer vive en un ático que no es sino un faro de atisbar vidas colindantes y Eduardo es ese tío díscolo -Ramón, en la inolvidable novela de Mendicutti- que todos quisiéramos tener en ciertas ocasiones. Recomendar encarecidamente la lectura de Una madre es lo único que puedo hacer una vez dicho todo lo anterior. Y que los que me hagan caso disfruten con su lectura tanto como yo cuando cayó en mis manos la galerada de esta deliciosa obra algunas semanas antes de su puesta a la venta por gentileza de Alejandro.

Alejandro Palomas (Barcelona, 1967) es licenciado en Filología Inglesa y Master in Poetics por el New College de San Francisco. Ha compaginado sus incursiones en el mundo del periodismo con la traducción de importantes autores. Entre otras, ha publicado las novelas El tiempo del corazón (publicada en Siruela y por la que fue nombrado Nuevo Talento Fnac), Tanta vida, El secreto de los Hoffman (finalista del Premio de Novela Ciudad de Torrevieja 2008 y adaptada al teatro en 2009), El alma del mundo (finalista del Premio Primavera 2011) y El tiempo que nos une. Su obra ha sido traducida a ocho lenguas.

Una madre es una novela perfecta, deliciosa e intimista de personajes inolvidables con la cual el lector no sólo pasará un rato muy agradable sino que se sentirá vivo y partícipe de sus aventuras.


7 respuestas hasta ahora.

  1. Julia Gómez dice:

    Me la he leído en dis días. Deliciosa, divertida y nostálgica. Me encantaría ir al enuentro que has anunciado con el autor.

  2. Rosa Abarrio dice:

    Gracias Javier,
    He descubierto Una Madre, de Alejandro Palomas a través de tu blog que sigo fervorosamente. La he leído en apenas un día, me he reido a carcajadas y he llorado a moco tendido. He pensado en mi familia y en todas las cercanas y me han dado ganas de regalársela a todas ellas. He empezado por el principio: a mi madre, esta mañana. Me ha llamado a las dos horas y me ha dicho: Ay hija … El libro!. Pero.. Si somos nosotros.. Conoces a Alejandro??.
    Entrañable, divertida, preciosa.
    Me encantaría conoceros a los dos. Lástima de distancia.

  3. Mari Jose dice:

    Una novela que te llega muy adentro. Empiezas con carcajadas y, poco a poco, el autor te va llevando de lo cómico a lo profundo, a mirarte por dentro. El personaje de la madre te desconcierta, te revuelve, te pone de los nervios y te enternece. Nada es lo que parece.
    Me encanto y la recomiendo encarecidamente. Algo diferente y rompedor

  4. Leandro dice:

    Estoy totalmente de acuerdo con vosotros. Es una obra muy especial que divierte y emociona. Con un ritmo increíble y con unos personajes que se te meten hasta lo más hondo. ¿Me puedes decir Javier alguna otraobra del autor que te haya gustado?

  5. Iván dice:

    Hola a todos,

    Excelente novela. A mí entender con dos lecturas: una rápida y otra pausada.

    Hacía tiempo que no me emocionaba tanto una novela.

    Gracias, de nuevo, Javier.

    Abrazos

    • Javier dice:

      Gracias a ti, Iván, y a todos los que os dejáis aconsejar. Espero seguir con ello y que, debido a esas lecturas, viváis otras vidas que enriquezcan la vuestra, como así a mí me ocurre.
      Un abrazo.


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