Abrí mi librería el jueves pasado, después de unas tranquilas vacaciones. Y el primer cliente que entró fue un turista procedente de Jaén. Se había acercado a Alcalá para conocer la famosa ciudad Patrimonio de la humanidad. Y me comentó, muy disgustado, la decepción que se había llevado al pasear por la calle Mayor, la calle más emblemática de Alcalá. “Es peor que un estercolero”, esas fueron sus palabras. Le comenté que era un exagerado, como buen andaluz. Y me enseñó algunas fotos que me ruborizaron. El viernes, y a la misma hora en la cual el visitante paseó el día anterior, sobre las 10 de la mañana, saqué la cámara para tomar muestras de lo que me comentó. Y este es el resultado de un paseo de cinco minutos. ¿Desidia municipal, inoperancia de la empresa de limpieza o incivismo de los vecinos y paseantes? Quizá de todo un poco. Y eso que no he sacado testimonio de las barrabasadas arquitectónicas… Ahí quedan las fotos. Saquen los lectores y alcalaínos sus conclusiones.