Un pueblo en Oklahoma
George Milburn
Sajalín Editores
Traducción de Ana Crespo
182 Páginas
18 €
Sajalín es una de esas pequeñas editoriales que nos sorprende cada cierto tiempo con obras inesperadas. Nos ha descubierto excelentes escritores de la talla de Ota Pavel, Ivica Djikic o Jean Stafford entre otros muchos que estaban desaparecidos dentro del mundo de la edición española. Y ahora nos obsequia con una obra maestra del relato corto: Un pueblo de Oklahoma, el libro más recordado del escritor estadounidense George Milbrun. En esta obra se nos narra el día a día de un pequeño pueblo en los albores del siglo XX en la América más profunda. Costumbrismo, racismo y machismo es estado puro a través de unas vidas cruzadas en unos tiempos de transición entre el salvaje Oeste, retratado por muchos escritores del mundo de la aventuras, y el más puritano modo de vida de ese país. Una obra que recuerda, en su estructura y escritura a Olive Kitteridge, la soberbia novela de Elizabeth Strout.
George Milburn escapó de Coweta, Oklahoma (1.300 almas), con apenas diecisiete años, pero antes de irse tuvo tiempo de observar a sus conciudadanos y de escuchar las historias que los más viejos del lugar contaban delante de una cerveza o de un vaso de licor casero. Un pueblo de Oklahoma reúne treinta y seis relatos protagonizados por los lugareños de un villorrio en la América profunda de los años veinte. Retazos de vida que dejan al descubierto el racismo, fanatismo religioso, ignorancia, crueldad y codicia de hombres y mujeres corrientes.
Publicada originalmente en 1931, e inédita hasta ahora en castellano, Un pueblo de Oklahoma ha sido considerada por la crítica norteamericana como la versión áspera de Winesburg, Ohio, de Sherwood Anderson, y digna heredera de la Antología de Spoon River, de Edgar Lee Masters, o de los primeros relatos de Ernest Hemingway.
George Milburn (Coweta, Oklahoma, 1906 – Nueva York, 1966) comenzó su carrera periodística a los diecisiete años como corresponsal de The Tulsa Tribune. Durante la década de los veinte viajó por Estados Unidos (Arkansas, Nueva Orleans, Chicago) en trenes de mercancías y escribió una serie de libros de chistes sobre vagabundos, borrachos, predicadores, y otros personajes de dudosa ralea. En 1929 volvió a Oklahoma, se hizo amigo de Jim Thompson y comenzó a publicar relatos en revistas de prestigio como The American Mercury, Harper?s, The New Yorker o Vanity Fair. Sus dos primeros libros, Un pueblo de Oklahoma (1931) y No More Trumpets (1932), cosecharon excelentes críticas y el primero fue traducido al alemán. Sin embargo, las tres novelas que publicó después no obtuvieron el mismo reconocimiento y Milburn, oficinista del departamento de tráfico de Nueva York, falleció olvidado a los sesenta años de un cáncer de hígado.
Un pueblo de Oklahoma es una obra maestra de la literatura que ningún lector debería de dejar de leer.