La librería de Javier

En primer lugar acaba de salir al mercado la edición de un libro que llevaba años y años perdido en el limbo. “El hombre que calculaba” es una novela plagada de muy buenos juegos de lógica que nos entretendrá a nosotros y a nuestros amigos bastante tiempo. La base del relato es una colección de anécdotas al estilo de Las mil y una noches y el hilo conductor es un hombre iraquí que imparte inteligencia allá por donde va y le proponen cualquier tipo de problemas.

En este libro, basado en Los cuentos de Canterbuty de Geoffry Chaucere de los alrededores de 1400, se nos narra con un lenguaje coloquial una serie de acertijos lógicos de una complejidad sencilla y que no requieren grandes dosis de inteligencia matemática para su resolución. Es el primero de los tres libros que escribió el autor basados en el famoso libro medieval. Esperamos con ansiedad la publicación de sus otros dos libros.

Sam Loyd, fue con el contemporáneo Martin Gardner, el mayor creador de juegos y acertijos basados en problemas de lógica. De su prolífica producción, más de 5000 juegos y adivinanzas publicadas en vida del autor en revistas y periódicos de la época, su hijo reunió en 1914, tres años después de la muerte del matemático, estos 83 ingeniosos ejemplos que se nos presentan ahora en este delicioso libro.

Algo más que juegos matemáticos es lo que nos propone este libro. Una colección de ensayos basados en conceptos a desarrollar por nosotros y que nos harán establecer recreaciones y actividades lúdicas basadas en el campo de las exactas. Con sus resoluciones a final del libro, como todos los de esta editorial, despliega algo original: juegos basados en concepciones de geometría espacial.

Este autor catalán nos propone jugar con la inteligencia y con el conocimiento del vocabulario de cada uno. Son veinte extensos capítulos de dificultad in crescendo que nos van permitiendo apreciar nuestro dominio de la lengua. Mucho más entretenido que los típicos crucigramas al uso y mucho más absorbente que cualquier juego de palabras. Y con el aliciente de involucrar a amigos en los problemas. Necesario coger lápiz y un buen taco de folios.

Este pequeño libro nos introduce a los más clásicos y sencillos problemas de lógica. Para ello no hace falta usar ningún instrumento en especial. Ni lápices ni calculadoras. Solamente el ingenio y un poco de picaresca nos pueden hacer llegar al meollo de cada cuestión. Ideal para ir entretenidos pensando mientras viajamos, relajados en el asiento del tren o avión, y con los ojos cerrados, sin necesidad de ninguna otra cosa.

A los amantes de los sudokus, pero que ya se les han quedado cortos, este libro recoge una infinidad de pasatiempos basados en las reglas más sencillas de la matemática y de la lógica. Son problemas del tipo crucigramas pero con números, y muy famosos en el país nipón. Partiendo de los ya conocidos kakuros, los juegos incluidos en este libro tienen mucha más dificultad que la mayoría de los sudokus, que ya no se nos resisten, y es necesario el uso de lápiz y de horas y horas para su resolución

No hay amante de la matemática recreativa que no conozca a Martin Gardner. Sus juegos de lógica han hecho que nos sirva de base para explicar a bastantes alumnos teorías de matemática de la forma más sencilla. Sus artículos y juegos en la famosa revista Investigación y Ciencia eran la simple escusa para comprarla. Y sus libros, publicados hace bastantes años en Alianza Editorial, nos han llenado horas y horas de esparcimiento. En este pequeño libro se recogen algunos de sus problemas más conocidos y desconcertantes. Es de compra obligatoria.

Este divertido libro nos presenta una opción diferente a la Wii. Y eso que soy un fanático de la Nintendo… Pero uno no puede dejar de elogiar esta obra que recopila 19 juegos para jugar entre amigos donde lo único necesario es un papel, un lápiz y bastante tiempo para ello. Hay juegos conocidos, otros que no tanto y la mayoría son un hallazgo gratificante para esas noches de hotel en las que, después de un día agotador viendo museos, deseamos sentarnos y pasar un rato entretenidos.

Este último es un curioso libro donde los haya. El autor se ha dedicado a explorar las posibilidades de los juegos clásicos conocidos, como son el tablero de ajedrez o las barajas clásicas, pero dándoles un uso más matemático e ingenioso. Nos asombra la capacidad de este hombre para crear nuevos juegos a partir de viejas concepciones, así como los otros que incluye como complemento. Estos son pasatiempos encontrados a lo largo de todo el mundo en sus múltiples viajes y que ha ido recopilando. ¡Hay incluso un juego creado por un historiador sobre los orígenes de la Segunda Guerra Mundial!