Quería acabar los 10 años de encuentros literarios con un autor que fuera algo diferente, algo especial. Y para ese cierre he contado con la presencia de Aitor Saraiba y su espectacular obra de arte El hijo del legionario. Aitor es un dibujante y escritor fuera de lo común. Sus tiernas imágenes y sus bellos textos nos calan hasta lo más profundo. Pero su naturalidad —”Por favor, dadle una Coca-cola a mi amigo, que se está quedando dormido en el rincón”— y su humor nos han hecho pasar una tarde que no se nos olvidará nunca. A ello contribuyó el buen ánimo de los asistentes y el juego de adivinación de futuro a través de los huevos Kinder y del que es un especialista nuestro querido Aitor Saraiba. Muchas gracias a todos por vuestra asistencia, a mis amados Ángel y Lorenzo por sus fotografías y entrega, a mi maestro David Vicente por dejarnos este mágico recinto, y a Aitor Saraiba, por ser como es, por enamorarnos a todos de él al momento de conocerle, por su personalidad y sus ocurrencias. Aquí os pongo unas cuantas fotos de este inenarrable momento.
Y esto fue todo, chicos. Espero que estos diez años de encuentros con escritores os hayan dejado un buen recuerdo en vuestras vidas y nos vemos en el más allá, en una playa perdida de mi querida Vera. Un fuerte abrazo.