Ya no es tarde
Benjamín Prado
Visor Poesía
94 Páginas
12 €
No me cuentes tu vida.
No me des la mitad de lo que ya no quieres
No olvides que el dolor es lo que un golpe
recuerda de nosotros
y si lo tocas,
puede despertarse,
pensar de nuevo en ti.
Puede que llegue tarde. Tarde es siempre, cuando uno, al fin y después de mucho pensarlo, se decide por algo. Tarde es ver los granos que aún reposan arriba, en tu reloj de arena. Y comprobar que cada vez son menos, en ese imperturbable río vertical de muerte y vida. Es quizás por ello, por ese ver que la mitad es menos de la mitad que, los libros cada vez me parecen más pesados. Que las tramas importan menos que los pensamientos, que los personajes. Y que lo importante es, muchas de las veces, la palabra que no se dice. El silencio. El verbo. La poesía. Es por ello que yo, que renegué de versos y poemas, me aso ahora a ellos, con fuerza y con añoranza, para paliar y degustar en su devenir esos escasos granos que aún reposan en la clepsidra, esperando su turno. Y, entre todo ello, me ha cautivado este bello libro de Benjamín Prado, un libro que nos habla de amor y de palabras que yacen sosegadas en el blanco de los pensamientos. Ya no es tarde.
No encuentro la manera.
No sé cómo explicarlo.
Sé decir que el silencio es la nieve del idioma
y que siempre hay un Dios para quien se arrodilla;
que la serpiente es la última curva de los esmeralda
y cuando tú no estás
la casa tiene
una oscura quietud de barco hundido.
Benjamín Prado (Madrid, 1961) ha publicado las novelas Raro (1995), Nunca le des la mano a un pistolero zurdo (1996), Dónde crees que vas y quién te crees que eres (1996), Alguien se acerca (1998), No sólo el fuego (1999), La nieve está vacía (2000), Mala gente que camina (2006), Operación Gladio (2011) y Ajuste de cuentas (2013), y los libros de relatos Jamás saldré vivo de este mundo (2003) y Qué escondes en la mano (2013). También es autor de los ensayos Siete maneras de decir manzana (2000), Los nombres de Antígona (2001), A la sombra del ángel (2002) y Romper una canción (2009), y de los libros de aforismos Pura lógica (2012) y Doble fondo (2014). Su obra poética está reunida en los volúmenes Ecuador (poesía 1986-2001), Iceberg ?ambos aparecidos en 2002? y Marea humana (2006). Después de ocho años sin publicar poesía, Benjamín Prado nos ofrece en Ya no es tarde un libro de celebración. Aunque también están presentes la denuncia social y la experiencia de la muerte, dominan los poemas en los que el acontecimiento amoroso supone una transformación radical de la propia identidad. Las miradas sobre el pasado y el futuro, la indagación en el yo y la realidad, o el sentido último del viaje, entendido como un modo de alejarse hacia uno mismo, son elementos vertebrales de esta historia que nos recuerda que intentar ser felices es otra forma de combatir a los enemigos de la justicia, la dignidad y la razón. Las palabras adquieren un sentido de plenitud, una extraña música de afirmación y confianza en la vida.