El arma de las Letras
Manuel Azaña
Ensayos literarios
Selección, edición y prólogo de José Esteban
Reino de Cordelia
336 Páginas
18,95 €
Ya echábamos en falta el tomo que cerraría el pensamiento de Manuel Azaña, recopilado por José Esteban. Y estos días pasados se ha puesto a la venta. Su título, El arma de las Letras. En él se nos resumen los aspectos más literarios del que fue vecino de Alcalá y presidente de la segunda república española. Este tomo es la finalización de la tetralogía que tiene como precedentes a Gentes de mi tiempo, A la altura de las circunstancias y Tierras de España. A ellos hay que añadir la bella edición de La Velada de Benicarló, en la que figura Vicente Alberto Serrano, aportando una biografía fotográfica como epílogo a la obra.
En 1933, cuando era primer ministro de la República española, Manuel Azaña declaró al periodista norteamericano John Gunther: «Soy un intelectual, un liberal y un burgués». Su valentía al declararse intelectual ante sus adversarios políticos, generalmente poco sensibles al hecho cultural, no entraña excesivo mérito, porque siempre se distinguió públicamente como crítico literario y escritor. Escribió desde muy joven y desde siempre su estilo se caracterizó por lo satírico e irónico. Este cuarto tomo, que cierra la antología de textos de Azaña coordinada por José Esteban, indaga en sus creaciones literarias y periodísticas, imprescindibles para comprender su ideario político, que se forjó entre libros y conversaciones intelectuales, que en muchos casos tuvieron como escenario el Ateneo de Madrid, institución que presidió y a la que se sintió siempre muy ligado. Aunque la verdadera vocación de Azaña fue la política, Juan Marichal dejó bien claro que «la literatura fue, en Azaña, el medio de hacerse a sí mismo pensando en las necesidades de España».
Manuel Azaña
(Alcalá de Henares, 1880 – Montauban [Francia], 1940)
Fue político, periodista y escritor, galardonado en 1929 con el Premio Nacional de Literatura por su biografía La vida de Juan Valera. Su obra más conocida es La velada en Benicarló (1939)[REINO DE CORDELIA, nº 2], una reflexión sobre las causas y desenlace de la guerra civil española que supone su testamento político. Huérfano de padres, estudió Derecho interno en los agustinos de El Escorial, período que rememoró en su novela El jardín de los frailes (1927), y se licenció en la Universidad de Zaragoza con la calificación de sobresaliente, la misma que obtendría al doctorarse. Miembro de la Academia de Jurisprudencia desde 1899, en febrero de 1911 anunció su ideario político con la conferencia El problema español, donde ya establece la relación inseparable entre democracia y cultura. En 1912 es elegido secretario del Ateneo de Madrid y se afilia al Partido Reformista de Melquíades Álvarez. Sus fracasados intentos por salir diputado en 1918 y 1923 le permiten desarrollar su vocación como crítico y escritor; de esa época son las colaboraciones periodísticas recogidas en Plumas y palabras (1930), La novela de Pepita Jiménez (1927), Valera en Italia (1929) y el drama La Corona (1930). Con el golpe de Estado de Primo de Rivera abandona en 1923 el Partido Reformista, un año después de declara abiertamente republicano y en 1925 funda Acción Republicana y es elegido presidente del Ateneo. Proclamada la Segunda República, asume la cartera de la Guerra y en octubre de 1931 reemplaza a Alcalá Zamora en la presidencia del Gobierno, cargo en el que permanecerá hasta 1933 y al que regresará en 1936, ya como principal impulsor del partido Izquierda Republicana. Poco después asume la presidencia de la República. En la colección LITERATURA REINO DE CORDELIA se han publicado otros tres antologías de la obra de Azaña: Gentes de mi tiempo [nº 49], A la altura de las circunstancias [nº 64] y Tierras de España [nº 78].