Todos sabemos las desagradables consecuencias de ser cazado por fotógrafos, aficionados o no tanto, y que pululan al acecho por cualquier sitio en el que estemos. Bien sea en una plácida cena, al ir paseando por una calle en una visita turística o en el sitio más insospechado. Mi buena amiga Mari Cruz Becerril, creativa en el más amplio sentido de la palabra, me acaba de hacer un obsequio. Laura Domínguez y su empresa de diseño gráfico nos proporcionan un gadget que nos dotará de esa privacidad que tanto peligra en muchas situaciones. La máscara Pixel Protector® nos evitará la indiscreción de tener que salir en cualquier medio informativo como si fuésemos el hijo de la Pantoja. Simplemente sacándola de la práctica bolsa en la que viene salvaguardada y acoplándola a nuestra cara, con la goma elástica con que viene junto a ella, nuestros ojos serán salvaguardados enseñando en su lugar unos píxeles agrandados de bella factura. Un gran invento y que puede solventar en un apuro esas desagradables discusiones al no querer salir en las instantáneas con las que tanto nos acribillan en estas fechas y que tanto nos desagradan. Muy recomendado su uso para famosillos de tres al cuarto y para criaturas menores de edad víctimas de las acechanzas de los fotógrafos de turno.
Para más información sobre Pixel Protector® podéis ir a la dirección: www.lauradom.com
