A flor de piel, del escritor Javier Moro, es una novela que, aunque fue publicada hace ya cinco años, está más actual que nunca, debido a la pandemia de coronavirus que azota a todo el mundo. Una obra de aventuras e historia que recomiendo a todo tipo de lectores.
A flor de piel
Javier Moro
Seix Barral
490 Páginas
21 €
En la sacristía, don Cayetano le señaló un papel sobre la mesa; el acta de defunción.
—Firma aquí —le dijo el párroco—, tú que sabes de letras.
Muy despacio, vacilando y con la mejor caligrafía posible, escribió su nombre. Luego leyó, en la parte inferior del documento, tres palabras:
—Padre, ¿qué significa pobre de… solem…?
—Nada, hija. Eso es para que el entierro no os cueste nada. (p. 16)
¡Qué difícil lo tenía Javier Moro después de esa obra maestra que es El imperio eres tú! Hay novelas que son la perdición de un escritor, le marcan de por vida. Cuando una obra epata a todo tipo lector en el mundo literario, esa obra se vuelve en contra del autor en ciernes. No era exactamente el caso de Javier Moro, ya que desde hace bastantes años sus novelas son, todas ellas, excepcionales. Pero sí el hecho de remontar la grandiosa obra con la que se alzó ganador del Premio Planeta 2011. Este libro, del que vendió millones de ejemplares, era un reto difícil de superar. Han pasado cuatro años y aquí tenemos su nueva novela, A flor de piel. Cuatro años de maduración de una idea y de escritura y reescritura, ya que el origen de este libro podríamos situarlo en las indagaciones sobre el anterior, con el cual coincide en tiempos históricos.
A flor de piel nos narra la expedición filantrópica que partió de La Coruña en 1803, liderada por el médico alicantino Balmis, y que recorrería el mundo implantando la vacuna de la viruela. A través de una primera expedición con un equipo bastante escaso de profesionales, no mucho dinero y menos medios, una mujer que regentaba una casa de acogida y 22 niños, el libro nos muestra una serie de aventuras increíbles que nos hacen partícipes de los primeros tiempos de las vacunas y del estado de la España de la época, resquebrajándose durante el reinado de Carlos IV y Godoy.
Decir que la obra de Javier Moro va a ser una de las grandes novelas de año es poco. Javier Moro es un hábil cazador de historias y personajes olvidados por los libros de estudio. Si bien en su anterior obra -por no retraernos a otras anteriores-, nos recreaba la historia de Pedro I y la creación del imperio de Brasil, la nueva historia que nos regala transcurre en la España de finales del siglo XVIII y en los años anteriores a la guerra con Francia. Después de un comienzo ambientado en la península, la trama se nos va mar adentro para relatarnos las vicisitudes de una embarcación sin casi víveres y con problemas de todo tipo hasta llegar al Nuevo Mundo. Allí recalará en varias islas del Caribe y se adentrará en los nuevos reinos de Ultramar con unas historias y personajes increíbles. Y es que, al poco de meternos en la novela, todo lo que ocurre nos recuerda a esa eterna obra de Ramón J. Sender, La aventura equinoccial de Lope de Aguirre, en ambientación e intensidad. La novela transcurre entre la lucha por la supervivencia de unos médicos empeñados en implantar la vacuna de la viruela, a pesar de las reticencias de los indianos y luchando contra los intereses de otros especuladores y virreyes, y la salvación de unos cuantos niños expoliados a sus padres para tratar de mantener fresco el poder de sanación de la epidemia mortal gracias a la creación de anticuerpos en los pequeños. A ello hemos a añadir un reparto impresionante de personajes históricos y que nos refleja una época muy interesante dentro de la historia de España y algo a lo que nos tiene muy acostumbrados dentro de todos y cada uno de sus libros: una deslumbrante historia de amor protagonizada por una mujer muy especial. Esta vez corresponde a Isabel Zepdal, la mujer a cargo de una residencia de niños huérfanos y que se embarca y ejerce las funciones de enfermera y pediatra en unas condiciones imposibles y gracias a lo cual se la ha llegado a reconocer como la primera enfermera de la humanidad. A flor de piel es una obra que seduce y atrapa desde la primera página y que nos mantiene enganchados hasta la última, con ese ya famoso epílogo que el autor suele acabar todas sus obras, el cual nos deja sin aliento. Y, en medio de todo ello, cientos de anécdotas, historias y personajes imborrables en una España no muy diferente de la que vivimos en nuestros días, con un trabajo de campo ante el que hay que descubrirse.
—Me acuerdo de su risa.
—Ella te quería mucho. Decía que os ibais a casar y a vivir en España. Pura fantasía, porque yo te conozco mejor y sé que no estás hecho para vivir con una mujer.
—No es eso, eran las circunstancias… —dijo Balmis, abatido.
—Las cosas han cambiado mucho desde que viviste aquí. Antes a los virreyes les gustaba el teatro y las artes, y nos apoyaban. Éste está demasiado ocupado en enriquecerse. Nos hace la vida imposible. Paga mal y tarde. (p. 326)
Javier Moro (Madrid, 1955), colabora desde muy joven en medios de prensa nacionales y extranjeros. Ha trabajado como investigador en varios libros de Dominique Lapierre y Larry Collins. Coproductor y guionista de las películas Valentina y Crónica del alba, ambas basadas en la obra de Ramón J. Sender, estuvo seis años en Estados Unidos desarrollando proyectos de cine y televisión, donde colaboró con directores como Ridley Scott. Es autor de Senderos de libertad (Seix Barral, 1992), El pie de Jaipur (Seix Barral, 1995), Las montañas de Buda (Seix Barral, 1998), Era medianoche en Bhopal (2001), en colaboración con Dominique Lapierre, y El sari rojo (Seix Barral, 2008). Su novela Pasión india (Seix Barral, 2005), la historia de la bailarina española que se casó con el maharajá de Kapurthala, ha sido uno de los grandes éxitos de crítica y ventas de los últimos años en España y, con su traducción a diecisiete idiomas, en varios países europeos. En 2011 obtuvo el Premio Planeta con la novela El imperio eres tú.
A flor de piel es una novela ante la que hay que descubrirse, una obra que contiene grandes historias y una excelsa escritura. Y que llegará a lo más alto sin lugar a dudas. Imprescindible.