Poco hay que decir de este disco que ya es bastante conocido y reconocido entre los críticos y los amantes del soft music sound. Las influencias del músico son claramente reconocibles: Jack Johnson -su amigo del alma-, el surf y el verano. ¿Qué si es música de temporada? No lo creo. Llevo tiempo y tiempo, programándolo en la librería y no hay día que no me pregunten por el cantante del disco que se oye. Es suave, melódico, con sonidos acústicos de los 60 y con la sensación de haber sido grabado en una sesión con amigos y unas buenas bebidas de por medio. Puede que el disco lo haya hecho para divertirse, pero suena a sincero, y eso ya es garantía de calidad. Un buen disco para las tardes cálidas del verano.
Donavon Frankenreiter (Umvd Labels), 2004