Mi nombre es Javier, como habréis adivinado. Pertenezco a la edad media y aunque no practico ningún deporte confesable, me mantengo en forma. Eso creo al ver mis niveles de colesterol comedidos. Mi religión es el vegetarianismo no fundamentalista -de vez en cuando me tomo unos churrascos de impresión, aunque los digiero bastante mal- aderezada con ciertos matices étnicos de mentalidad tibetana y decoración feng shui. Aunque he de decir en mi contra que los inciensos me marean y me hacen decir estupideces. Mis amigos no distinguen un estado del otro por lo que he de recomendarles que huelan el ambiente y saquen conclusiones.
Foto de la etapa de mi vida de actor de telenovelas
Nací hace años en Caracas (Venezuela) de donde guardo gratos recuerdos en forma de fotos. Me vine a residir a España teniendo siete años con toda mi familia, que fueron emigrantes en ese país en época de posguerra española. Volví un verano al acabar la carrera pero me di cuenta que yo ya no pertenecía a Venezuela, había dejado de ser criollo hace años.
Foto de este verano en Ibiza
Mi familia se estableció en la ciudad de Alcalá de Henares, un lugar encantador a 30 km. de la capital en la cual la vida es tan agradable como en cualquier pequeño pueblo con historia de Castilla y muy bien comunicada.
Acabé en Madrid los estudios de Ingeniería Superior de Caminos en la rama de estructuras. Rama de la que me caí al poco, después de calcular dos edificios y comprobar que eso no era lo mío.
De esa época no guardo casi recuerdos y tampoco conservo ninguno de los amigos.
Mi vida era un vacío.
Entonces apareció un negocio de mi padre, el cual regenté hasta que me hice ingeniero con dedicación exclusiva al libro. Y de ahí guardo mis mejores momentos.
Foto actual en mi librería
Entre mis aficiones están, aparte de la lectura:
la cocina,
la música,
la matemática,
la Nintendo (recientemente le he puesto los cuernos con la PSP…),
los B-52’s,
los juegos de inteligencia,
los comics de Ralph König,
la fotografía,
Akira Kurosawa,
la Coca-Cola original,
Londres y Berlín,
y los viajes a ciudades.
Los atardeceres desde mi querida terraza
Empecé a escribir un libro hace algunos años. Con el paso del tiempo y, por las múltiples correcciones y cambios de estilo, ha pasado de tener 350 páginas a unas escasas 25. Aún sigo trabajando en él. Cualquier día lo sacaré en forma de aforismo. Es cuestión de tiempo.
La idea de crear este espacio es de mi mejor amigo: Carlos. Es mi tercer hermano y a él le debo un montón de las mayores vivencias y alegrías que he tenido en mi vida.
De vez en cuando me recuerda cuando le juré que nunca en la vida tendría un ordenador. Ahora tengo tres. ¡Las cosas que se dicen cuando uno anda bebido!
En Águilas (Murcia) , con Carlos y Ángel
Si queréis saber algo más sólo tenéis que preguntármelo, siempre estoy en mi correo.
Estoy a vuestra disposición.
Javier