La noche es eterna si te encuentras solo y no tienes cerca a quien deseas. Por eso, quiero acabar con esta situación. El ritual es mecánico: enchufo el ordenador y pongo la webcam. Una vez vencidos los prejuicios iniciales, la espera suele merecer la pena. Hay locos y personas seductoras. ¿Por qué no dar un paso más allá? ¿Y si hubiera alguien que desee conocerme? Todas mis dudas me hacen pasar la noche en vela con frecuencia. ¡Es que nunca me libro de la dichosa timidez! ¡Con lo bien que viviría siendo una persona valiente! ¡En fin! Nadie es perfecto.
Gabriel Neila