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¡Tampoco es tan difícil escribir bien!

Publicado por Javier El 27/06/2013 a las 6:45 2 Comentarios

Escribir bien
(para torpes)
Delfín Carbonell (Oberón Ediciones)
Prólogo de Antonio Muñoz Molina
Ilustraciones de Forges
224 Páginas – 14,90 €

El otro día me llegó un correo electrónico en el que figuraba como asunto: «Comprovante de compra». Al momento deduje que era un correo basura. O que, al menos, no merecía la pena leer por su pésima ortografía. Y fue directo a la papelera.
Soy de los que les gusta cuidar el lenguaje. Y suelo revisar mis textos para que no haya errata alguna que lo estropee, aunque alguna se me escape a veces. Pienso que todo escrito ha de estar expresado con sencillez y pulcritud gramatical ya que, de otro modo, podemos caer en errores que desanimen al interesado a leerlo. Asimismo, en caso de estar redactando un currículum, puede llevar al jefe de personal a que piense en otra persona. El abusivo uso de móviles ha llevado a un lenguaje deformado por las prisas y la desidia. Y creo que no cuesta tanto escribir bien. Es un regalo de gran valor que podemos hacer, sin demasiado esfuerzo, a la persona a la que va dirigido nuestro escrito. Delfín Carbonell es uno de los más entusiastas estudiosos de asuntos gramaticales y ortográficos en España. Y en esta obra, de título «Escribir bien para torpes» y publicada en la editorial Oberón, nos da unos claros y sensatos consejos sobre todo ello, aderezados con la gracia y el saber hacer de otro maestro, esta vez del humor, que es Forges. Y por si fuera poco, el recientemente galardonado con el Premio Príncipe de Asturias, Antonio Muñoz Molina, pone el punto de partida a esta obra con un prólogo ameno y divertido.

Nos confundimos con las concordancias. Hablamos un poco a trompicones y no acertamos a veces a ajustar sujetos con verbos, plurales con singulares, femeninos con masculinos… Pero cuando escribimos todo cambia: se puede repasar lo leído y comprobar que hemos escrito algo raro, que a veces resulta jocoso, chusco, gracioso o absurdo.
Tenemos varios tipos de concordancias: una es la de género y número. La casa vieja. Los viejos tontos. Artículo, sustantivo y adjetivo concuerdan.
La duda puede surgir cuando tenemos dos o más nombres o sustantivos: La sal y el agua se mezclan. Marcelino, Jacinto, Soledad y mi padre se zurran de lo lindo.

Solemos escribir por escribir, sin orden ni concierto, saltándonos nuestras propias reglas y hasta limitaciones. Y es que no sabemos nuestro propio idioma tan bien como creemos. El conocimiento completo no existe.

Por eso, añadir palabras que no son necesarias, que repiten el significado de una, forma parte de la lengua por aquello de que repetimos lo que oímos sin parar a pensar en si esa frase tiene verdadero sentido o es, en realidad, una tautología o un pleonasmo, una viciosa redundancia de palabras, decir lo mismo dos veces.

Hay escritores que mencionan mendrugos de pan duro, pelucas postizas, personas humanas, ·rodeado por todas partes, sorpresas inesperadas… y podríamos escribir un libro con ejemplos parecidos. Nosotros trataremos, por lo menos, de evitarlos.

Sobre este tema importante hay mucho más en Escribir bien para torpes, Anaya, 2013.

«En español, desdichadamente, musicalidad en el estilo suele entenderse como indulgencia palabrera. Nos falta educación lectora, casi tanto como nos falta educación musical. Venimos de una cultura en la que la precisión lingüística no ha importado casi nunca, porque en ella las palabras servían sobre todo para crear nubes mareantes de retórica, de retórica impartida desde los púlpitos igual que se impartía el incienso, de retórica de leguleyos y teólogos y demagogos y gente acostumbraba a traficar en aire. El barroco es una desgracia de la que no acabamos de curarnos, una infección, una calentura que ahora propagan no los predicadores de las iglesias sino los de las tribunas políticas y las emisoras y los periódicos donde una turba de charlatanes se ha instalado en sesión permanente. Cómo va a haber precisión, exactitud, llaneza, en una lengua usada para fingir que se sabe o para ocultar que no se sabe, para embarullar al contrario o señalarlo con el dedo del anatema y del sambenito, para esconder lo que se es y lo que se piensa.» (Antonio Muñoz Molina)

Delfín Carbonell Basset
Lexicógrafo español que, tras pasar su niñez en Valencia, se trasladó a temprana edad a Pittsburgh, Pensilvania, en los Estados Unidos. Allí, obtuvo un B.A. de la Duquesne University y un M.A. de la University of Pittsburgh. Licenciado y Doctor en Filología por la Universidad Complutense de Madrid. Ejerció la docencia en las universidades de Pittsburgh, Scranton, Franklin and Marshall y Murray State, Ky. Se dedica al estudio de las lenguas, en especial la inglesa y castellana. Como lexicógrafo bilingüe ha compilado varios diccionarios sobre argot, fraseología y paremiología. Ha diseñado el sistema Unialphabet de clasificación para diccionarios bilingües. Tiene una gramática inglesa para españoles en cuatro cursos. Ha compilado cuatro diccionarios monolingües sobre paremias, citas, clichés y argot. Ha editado y puesto al día dos diccionarios de Julio Cejador y Frauca. Sus obras las han prologado Joaquín de Entrambasaguas (UAM), Camilo José Cela (RAE), Alonso Zamora Vicente (RAE), John Simpson (Oxford), José Jiménez Lozano (Cervantes), Luis María Anson (RAE) y Antonio Muñoz Molina (RAE), entre otros. Es autor de libros y artículos sobre literatura española del Siglo de Oro y del XX. Sus artículos han aparecido en varios libros sobre fraseología. Colabora en es.Radio y en Intereconomía Business TV sobre cuestiones lingüísticas.


About Javier

Librero sin remisión. No sé hacer otra cosa que hablar de libros y escritores.

2 respuestas hasta ahora.

  1. Delfin Carbonell dice:

    Oyes, muchas gracias. Eres un profesional y lo haces muy bien. Escribir reseñas no es fácil Delfín


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