Como siempre, llegadas estas fechas, os reseño una obra que me ha resultado destacable, frente a las demás, por ciertos valores. Y no es necesario ir a los autores de best-seller para tener buenas lecturas durante al año. Trato de destacaros una obra que, si no fuera por la labor de pequeños libreros, quizás no conocierais por el poco presupuesto que tienen las pequeñas editoriales en la promoción de sus obras. Este año se ha publicado mucho y muy bueno, por lo que elegir una obra entre todo lo publicado es arriesgado por la gran cantidad de ellas que podrían estar en este título destacado.
Y después de mucho pensarlo, y evaluando las impresiones de muchos clientes de la librería, la premiada es:
El jardín, de la autora norteamericana Constance Fenimore Woolson
perteneciente a la colección La Hora Feliz, de Ediciones Periférica
Dicha obra contiene ciertas características que la han hecho resaltar en su conjunto sobre todas las demás obras y cuyas principales características son:
- El texto, que es de una calidad irresistible y que, a pesar de los años transcurridos y de su brevedad, sigue tan fresco y con tanta calidad como en el día de su escritura y nos narra una historia impresionante.
- La escritora. Un mérito añadido es el de dar a conocer a Constance Fenimore Woolson, una autora desconocida en España y de la cual no existía obra publicada anteriormente en ninguna otra editorial a pesar de ser una narradora clásica en las lenguas anglosajonas.
- La edición de la obra rezuma elegancia y buen hacer. Un formato de libro que permite lucirse en la caja tipográfica y que dota de un tipo de letra generosa y diseño actual, resultando muy agradable de leer incluso para personas con deficiencias visuales. El papel utilizado, tanto en las páginas interiores como en las tapas de la obra, son de gran calidad, lo que se nota al tacto en el momento de coger la obra y en la calidad e reproducción de las imágenes que acompaña.
- La traducción, obra de Israel Centeno, es ajustada, moderna y certera. Sin necesidad de usar notas a pie de página, el traductor da claridad y perfecto entendimiento del texto.
- Las ilustraciones que incluye la obra, obra de Ximena Maier, son un fiel y bello reflejo de los aconteceres del libro. Con un dibujo muy semejante al estilo de Antonio MIngote, nos complementa con unas bellas imágenes, y muy bien impresas, una obra que resulta de coleccionista.
En resumen, un libro que convence al lector por sí mismo en una primera ojeada y que, después de leerlo, nos deja una impronta de gran calidad y belleza con un texto que rezuma ternura y melancolía. Incluso para no lectores, me parece una obra muy recomendable. Enhorabuena a los responsables de la Editorial Periférica a los cuales les debo un cafelito por dicha distinción.